UC - Críticas
| Países: España y Argentina. Año: 2013. Género: Drama Psicológico.
Dirección: Alberto Lecchi. Guion: Leandro Siciliano, Alberto Lecchi y Leita González. Producción: Damián Beker, Nicolás Broens y Jordi Mir Vidal. Música: Carles Pedragosa. Fotografía: Frederico Rivares. Montaje: Natacha Valerga. Distribuidora: Splendor Films.
Estreno en España: 12 Julio 2013. |
Interpretación: Ariadna Gil (María Teresa), Leonardo Sbaraglia, Sabrina Garciarena, Gonzalo Valenzuela, Antonio Birabent. |
EL PESO DE LOS REMORDIMIENTOS
“Sola Contigo” es una producción argentina dirigida por Albert Lecchi, que desesperadamente busca (sin conseguirlo en ningún momento) la comunión entre el drama introspectivo y el thriller psicológico, con un guión que raya lo absurdo y hasta lo demencial (esos giros y el twist del final son tan previsibles como igualmente inverosímiles). Nosotros tuvimos ocasión de verla dentro de la Sección Oficial del Festival de Málaga y nos pareció lo peor de esa edición.
SINOPSIS: María Teresa Maradei es una mujer exitosa a ojos de la sociedad. Lo ha conseguido todo, o casi todo; sin embargo, tras varios años de luchar contra un pasado tortuoso, no ha sido capaz de recuperar lo que más importa. En ese camino hacia la autodestrucción, María recibe una terrible amenaza. Una llamada telefónica le asegura que la va a matar, pero que antes de hacerlo deberá pedir perdón a todos aquellos a los que hizo daño.
El film no funciona en ningún momento, se adivinan ciertas intenciones de proponer algo más allá del cine de género, pero carece del ritmo necesario para crear momentos de tensión y tampoco logra emocionar lo suficiente para que nos atrape en la espiral de su drama. Porque la historia retrata a unos personajes atormentados por un pasado que lastra su presente, pero a través de un guión tortuoso (en el peor de los sentidos) y carente de cualquier realismo escénico. He de confesar que cuando la vi en Málaga nunca creí que fuera a ser distribuida comercialmente en salas, no tiene el mínimo nivel exigible (suena duro, especialmente para los que sabemos de primera mano lo que cuesta sacar adelante un film, pero es lo que hay).
Tan sólo, se salva de la quema la interpretación de su protagonista Ariadna Gil, esforzada y generosa, que consigue aguantar sobre sus hombros una realización torpe (las innumerables escenas en las que habla a través del móvil con un interlocutor con la voz distorsionada bordean lo ridículo), donde en ningún momento se adivina la figura tras las cámaras del realizador de la notable "El dedo en la llaga". Gil, realiza un estupendo trabajo de introspección, junto a un desubicado Leonardo Sbaraglia, en un film tremendamente fallido.
